The Sacred Forest: una exhibición de arte en línea y una entrevista con la fundadora de AWA Gallery, Patsy Craig

Equilibrio Espiritual by Miguel Vilca

Patsy Craig es curadora/productora, autora/artista y defensora de los derechos indígenas. Durante más de 16 años ha generado y cultivado una amplia gama de colaboraciones interculturales en los campos del arte, la música, la arquitectura y el urbanismo. Esta producción ha incluido publicaciones, exhibiciones y eventos, incluyendo conferencias, conciertos, simposios, talleres, etc.

Hace cuatro años, Craig centró su atención en los problemas ambientales e indígenas y pasó un tiempo en Standing Rock para apoyar el movimiento de protección del agua allí resistiendo el infame Dakota Access Pipeline. Desde entonces, ha continuado su activismo y busca proporcionar plataformas que contribuyan a amplificar las cosmovisiones indígenas y el conocimiento ancestral. Recientemente abrió AWA Galería en Cusco, Perú para mostrar el trabajo contemporáneo y tradicional de artistas indígenas.

Patsy Craig, photo by Kelly Campbell

POLINA SMITH: ¿Patsy, Podrías contarnos sobre tus propios antecedentes como curadora, artista y autora y cómo llegó a abrir una galería en Perú?

PATSY CRAIG:  Crecí en Nueva York y desde los 12 años mi familia vivió en diferentes países de América del Sur debido al trabajo de mi padre. Recibí mi licenciatura en bellas artes del Rhode Island School of Design (USA) Y mi maestría en Estudios Culturales del Birkbeck College de London University (UK). Unos años después de graduarme de la escuela de arte, me mudé a Inglaterra, donde he vivido durante los últimos 24 años. Mi madre era peruana y mi padre estadounidense. En ambos lados tengo ascendencia indígena, pero mi educación fue muy occidental y desafortunadamente muy poco relacionada con estas raíces. Pero siempre he sentido la atracción de mis ancestros, que es lo que creo que me llevó a Standing Rock en 2016, y eso se convirtió en un verdadero punto de inflexión para mí. Me da vergüenza decir que no había estado involucrada en el activismo ambiental hasta entonces, pero me conmovió mucho todo lo que estaba sucediendo allí y cambió todo para mí. Después de mi tiempo en Standing Rock, decidí que quería centrar mis esfuerzos en la indigeneidad y el ambientalismo, desde ese tiempo he tratado de educarme lo más posible sobre las culturas indígenas con las que tengo conexiones. Desde 2016, pasé la mayor parte de mi tiempo en los Estados Unidos y en Perú investigando varios aspectos del conocimiento ambiental tradicional y comencé a centrarme en lo que podría contribuir a difundir una mayor comprensión de las cosmovisiones indígenas.  Teniendo en cuenta mis antecedentes, proporcionar una plataforma para el trabajo artístico  indígena tenía mucho sentido y parecía imprescindible.

POLINA:  ¿Qué te inspiró ir a Standing Rock en primer lugar?

PATSY:  Recuerdo claramente el momento: fue en septiembre de 2016, estaba en Berlín, Alemania y estaba viendo “Democracy Now”, que fue uno de los primeros programas noticieras en cubrir el movimiento de protejer el agua en Standing Rock. Me indignó lo que estaba viendo, pero también me inspiró mucho este movimiento dirigido por indígenas. Creo que fue la llamada de los ancestros ​​lo que provocó una luz brillante en mi mente y corazón y decidí en ese momento que necesitaba apoyarlo. Así que contacté a mi prima que vive en San Francisco Bay Area y que ha tenido una hermosa conexión con la cultura nativa la mayor parte de su vida adulta, ella y Winona La Duke fueron amigas y vivieron juntas en Harvard durante algunos años, y decidimos hacer el viaje y estar allí para Thanksgiving, para dar un nuevo significado a la celebración. Fue increíble, nos quedamos en una yurta con Cheryl Angel y otras personas en el Sacred Stone Camp. Aprendí mucho y he estado aprendiendo desde entonces. Y no fui solo yo.  Había algo increíblemente especial en ese momento y lugar, por lo que hay bastantes personas que se conmovieron por su experiencia en Standing Rock y ahora están haciendo cosas significativamente relevantes en el mundo. Más allá de estar físicamente presente allí, creo que resonó en todo el mundo y atrajo mucha atención a la crisis climática y a los movimientos ambientales liderados por los indígenas que generaron un impulso muy necesario a este respecto.

POLINA:  Entonces, ¿puedes compartir un poco más sobre tu trayectoria desde Europa hasta Standing Rock para abrir recientemente tu galería en Cusco?

PATSY:  Después de mudarme al Reino Unido en 1996 estuve muy involucrada en el mundo del arte allí, pero finalmente me desilusioné. Sentí que todo se trataba de dinero y que había perdido mucho de lo que originalmente me atrajo, así que no me sentía bien. Después de publicar mi libro “Making Art Work” (Trolley 2003) sobre cómo las ideas se traducen en forma física, comencé a trabajar con música, con jazz. La música se sintió menos impulsada por el ego, más alegre y alegremente colaborativa. Y entonces me moví en esa dirección, pero siempre fue con una conciencia social y no solo una búsqueda puramente estética. Invité a muchas luminarias de jazz americanos a tocar en Londres y, al hacerlo, aprendí mucho sobre el jazz en esos años tanto como una forma de arte como como una cultura, lo cual fue hermoso. Los orígenes del jazz son sobre la resistencia y, por supuesto, esta música está asociada con la lucha social y los derechos civiles, y eso siempre resuena en mí. Entonces, aunque mi experiencia en Standing Rock fue reformador, de esta manera no fue un gran salto, sino más bien un reenfoque, y me inició en un camino de conexión con mis propias raíces. También me trajo de vuelta a las artes visuales, que en gran medida había dejado atrás. Finalmente, siento que mi camino, mi trayectoria, se resuelve con mis espíritus guardianes, mis ancestros.

Como resultado de mis investigaciónes en Perú, a principios del año pasado decidí llevar una exposición de arte contemporáneo amazónico a Londres para coincidir con un proyecto en el que estaba trabajando con UCL para proporcionar plataformas desde las cuales amplificar las cosmovisiones indígenas en el Reino Unido. Así, el junio pasado, la exposición llamada “El Bosque Invisible” se presentó en la Galería 46 en Whitechapel. La presentación de esta hermosa selección de obras fue única en el contexto de Londres. En el corazón del Imperio, mi intención era visibilizar una comprensión de la selva amazónica que era invisible para la mayoría y organicé conversatorios con nuestro artista en residencia, un amazónico nativo, con un publico de mundos diferentes- de antropología, arte, y el ambientalismo mayormente. En un momento, mientras estaba en la galería, estaba conversando por Skype con Alexis (es decir, Alexis Bunten, codirector del Programa de Indigeneidad de Bioneers) y le estaba mostrando la exhibición, y me vino a la mente, le dije: “¿Por qué no mostramos estos trabajos en Bioneers?” Ella estuvo de acuerdo y me puso en contacto contigo, y con la ayuda del Consulado peruano del Bay Area logramos traerlo de Londres para la Conferencia de Bioneers 2019, y fue genial.

Después de eso decidí vivir en Perú para generar algo que irónicamente no existe aquí. A pesar de que la cultura indígena es tan prominente aquí en los Andes y en todas las diferentes regiones geográficas del Perú, no hay una galería como la mía, una que eleve la cultura indígena contemporánea dándole a estas formas de arte el estatus que merecen en este sistema capitalista dominante, que por supuesto está muy divorciado de los contextos originarios… Es complejo, el turismo diluye la cultura local y las tradiciones se convierten en un espectáculo aquí a menudo muy alejado de sus orígenes. Además, las escuelas de arte en Perú están muy inmersas en la tradición del arte occidental, lo que parece una locura dada la rica historia cultural de estas tierras. Esta eliminación es uno de los legados del colonialismo, obviamente. Entonces para mí este es mi proceso personal de descolonización y un retorno a mis raíces. Cusco es un centro de cultura indígena en las Américas, el ombligo del mundo antiguo dicen algunos. Tengo la bendición de estar aquí, tengo mucho trabajo por hacer y se siente bien.

POLINA:  ¿Cómo ha sido para ti durante la pandemia en Cusco?

PATSY: Bueno, acabo de abrir la galería en enero pero la galería no está físicamente abierta en este momento. Estoy tratando de encontrar formas de hacer que funcione adaptándome a estas circunstancias y encontraré una manera de hacerlo relevante porque siento profundamente que COVID es un maestro. Y estoy segura de que este virus se ha manifestado en el mundo en un momento en que realmente necesitamos prestar atención a lo que tiene para enseñarnos, por esto no lo veo como una experiencia totalmente negativa a pesar de que se muy bien que mucha gente está sufriendo. Acabamos de salir de una de las cuarentenas más largas del mundo, que para mí fue un tiempo espiritual.

POLINA: ¿Me podrías compartir un poco sobre los artistas que se exhiben en la galería?

PATSY:  Ahora hay una gran energía en Perú alrededor de artistas indígenas amazónicos contemporáneos, así que me sentí atraído por esa escena y comencé a conocer gente en Lima, la capital, que era parte de esa escena. Cuando comencé a cavar más profundo, fui a la selva y conocí a varios artistas en sus aldeas y en sus hogares y estudios, etc. La exposición que traje a Inglaterra, “El Bosque Invisible”, fue el resultado de esa investigación. Esta segunda exposición, “El Bosque Sagrado”, también se trata sobre la selva pero se trata sobre una mirada más profunda, se trata de entrar a los aspectos sagrados del bosque, las plantas, el conocimiento que proviene de trabajar con las plantas y entender algo sobre  sus energías curativas.

POLINA:  ¿Cómo encuentras a tus artistas? PATSY:  ¡Sigo mi nariz!  Algunos de ellos son conocidos en Perú, y otros son menos conocidos.  Tiendo a cavar profundamente cuando hago cosas, investigo, uso mi ojo y voy a los lugares donde vive la gente;  cuando buscas, encuentras… El artista principal de “El Bosque Sagrado”, Dimas Paredes, comenzó a pintar bastante tarde en su vida.  Estudió con un artista de renombre internacional de Ucayali, Pablo Amaringo, quien comenzó la Escuela Usko-Ayar en Pucallpa, donde a los estudiantes se les enseñaba a recrear a través de la pintura sus experiencias personales relacionadas con la biodiversidad, la cosmología y la mitología del bosque influenciado por las visiones de Ayahuasca. En este contexto, Dimas desarrolló su propio estilo personal. En Pucallpa descubrí que bastantes estudiantes de Amaringo copian al maestro y no desarrollaron su propia voz personal auténtica, pero Dimas definitivamente lo hizo. Y el padre de Dimas era un conocido maestro curandero en esa región, así que puedes ver en su trabajo que tiene un profundo conocimiento de las propiedades mágicas de cada planta representada en sus pinturas. Es un artista “moderno” porque pinta sobre lienzo, que no es un formato tradicional, pero su iconografía está impregnada en una antigua tradición y forma de conocimiento.

POLINA:  ¿Dadas las pinturas inspiradas en visiónes de ayahuasca en esta hermosa exhibición que has curado, me preguntaba si las plantas medicinales han sido parte de tu propio camino?

PATSY: En realidad no, no he tomado ayahuasca ni otras plantas medicinales. Puede ser sorprendente para algunos porque soy peruana y he estado viniendo a Perú toda mi vida para visitar a mi abuela y a otros miembros de mi familia, así que he estado al tanto de estas tradiciones nativas de curación que incluyen el uso de plantas medicinales, pero yo no quiero participar en la apropiación occidental de la ayahuasca que ha sido tan prevalente en los últimos años. Tengo dudas sobre muchos aspectos de esa escena porque quiero ser cuidadosa y respetuosa de las culturas que originaron el uso de ayahuasca y otras plantas sagradas. Tengo un gran respeto por estas tradiciones y quiero aprender todo lo que pueda sobre ellas y apoyar a los artistas indígenas que trabajan con estas enseñanzas, pero el uso de plantas sagradas no ha sido hasta ahora parte de mi experiencia personal.

POLINA: Cada vez más occidentales vienen a Perú para tomar ayahuasca. Algunos de los artistas con los que trabaja crean arte inspirado en la medicina;  ¿Cuáles son tus y sus pensamientos sobre esto?

PATSY: Creo que el dinero es una gran parte de éste ambiente, es una industria turística completa acá ahora, y creo que esto tiene el potencial de diluir la cultura de maneras que están teniendo un impacto negativo, por lo que soy bastante crítica al respecto. Y siento que tal vez debería haber algún tipo de regulación sobre cómo se maneja. No estoy muy seguro de quién sería el organismo regulador, así que tal vez eso no sea realista, pero cuando la autenticidad y la conexión cultural real no están allí, pierde su propósito y su poder y su intención, así que siento que debe ser  bien hecho, y debe hacerse menos. Siento que la gente que se involucra en esta practica necesita tener más respeto por todo lo que se trata y esta actitud no se ve mucho, mas que nada se ve una cultura de consumismo.

La verdad es que la cultura occidental es una cultura de adicción en muchos sentidos, y siento que eso se traduce en esto. Es un problema, pero no estoy muy seguro de cuál es la solución. Y muchos occidentales tienen un entendimiento muy incompleto de cómo se usan estas plantas en las prácticas curativas tradicionales. A menudo es solo el sanador quien ingiere ayahuasca, por ejemplo, como una herramienta para ayudar a ver o “diagnosticar” la condición del “paciente”, y luego prescribe las plantas apropiadas u otras técnicas de curación. Por lo tanto, es mucho más complejo que el consumismo tan predominante ahora. Nunca he tomado ayahuasca y siento que podría hacerlo “bien”, pero no lo he tomado porque no quiero participar en este consumismo, quiero ser reflexiva y participar solo de manera respetuosa con sus orígenes y sus mejores intenciones. Si llega el momento adecuado, participaré porque me interesa su verdadero valor, y no solo de la ayahuasca, sino también de muchas otras plantas curativas. Creo que los artistas con los que trabajo entienden las tradiciónes y sus propósitos.

POLINA: ¿Podrias compartir un poco más de información sobre la galería?

PATSY: Bueno, he realizado estas dos exhibiciones que presentan arte amazónico. El primero salió fuera de Perú, y este está aquí en Cusco, aunque me encantaría que viajara también al extranjero, así que si alguien tiene sugerencias o interés en alojarlo en otro país, ¡me encantaría saber de ellos! Pero mi intención no es solo enfocarme en el Amazonas. Mi intención en última instancia con la galería es representar también a artistas indígenas en toda América del Sur, Central y del Norte. Y de esta manera también espero ser un puente que conecte estas diversas culturas, para alentar las alianzas y el activismo ambiental siempre con la esperanza de que estas alianzas puedan ser una fuerza protectora y poderosa. En este contexto, también pretendo crear conciencia y alentar al sistema de educación artística en Perú al menos a ser mucho más inclusivo y abierto a la evolución de sus propias tradiciones artísticas antiguas tan ricas. En sus propios términos descolonizados.

POLINA: Si tus sueños pudieran hacerse realidad con esta galería, ¿cuáles serían?

PATSY: El arte es un medio a través del cual entrar en las cosmovisiones indígenas, algo que siento es crucial en estos tiempos. La cultura dominante está claramente desequilibrada, por lo que estamos en un punto crítico en tanto a la preservación de la vida en este planeta y creo que la mayoría de las personas no conectan estos puntos, que en última instancia se trata de aprender a vivir de manera sostenible con la naturaleza de las culturas que lo han hecho por miles de años. Todos tenemos mucho que aprender de esta sabiduría ancestral que respeta la interconexión de todo lo que está vivo, así que para mí se trata de valorar a las culturas indígenas, muchos de los cuales están en peligro de perderse. Se trata de darles espacio físico, espiritual y político para que puedan no solo existir si no también prosperar. Creo que esto dará como resultado un florecimiento mutuo. Esperemos que se logre bien.

También espero ser un puente que conecte a las personas indígenas en todo el continente americano. Por ejemplo, Lyla June es alguien con quien estoy en contacto y me encantaría traducir el gran trabajo que ella presenta en línea al quechua y al español, para que pueda ser accesible a las comunidades indígenas aquí en Perú. He comenzado a hacer eso con su trabajo, pero necesito fondos para continuar. Y me encantaría compartir las voces de otros, como la madre de Lyla, Pat Mcabe y Casey Camp-Horinek, a quien invité a Londres, ¡ambas mujeres increíbles! Y Tom Goldtooth, a quien conocí a través de Bioneers, y Wendsler Nosie Sr, a quien conocí mientras apoyaba el movimiento de salvar a Oak Flats en Arizona, y Cheryl Angel, quien era mi maestra en Standing Rock, etc. Y así sucesivamente. Me encantaría conectarlos a todos con originarios aquí para facilitar un diálogo de poder de interconexión y alianza…pero necesito apoyo para hacer el trabajo de traducir contenido en español, quechua e inglés para presentar en la radio e Internet.

Sabes, durante mucho tiempo la lucha ambiental liderado por los indígenas en gran parte de América Latina ha sido considerado por los que están en poder una forma de terrorismo, incluso más que en los Estados Unidos, pero me encantaría poder ayudar a abrir  estos diálogos para cambiar esa perspectiva y esas políticas mal informadas y destructivas, para desestigmatizar los esfuerzos de los protectores de estas hermosas tradiciones y abrir sus profundas enseñanzas a un público más amplio.

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